Si notamos cambios en el comportamiento de nuestro compañero y nos parece que se encuentra triste, podría estar sufriendo una depresión. Siempre debemos acudir al veterinario porque los signos que apreciamos son inespecíficos, es decir, pueden corresponderse tanto a una depresión como a una enfermedad física.

Hay diferentes situaciones que pueden estar detrás de la depresión en perros, como las siguientes:

  • Depresión en perros por separación: es una circunstancia habitual en la que el perro va a desarrollar comportamientos depresivos, disruptivos y destructivos cuando se encuentra solo en el hogar.
  • Depresión en perros por muerte de otro perro: al igual que las personas, los perros pueden experimentar el duelo tras la muerte de un compañero canino pero, también, de otra especie, pues lo que sienten es la pérdida del vínculo.
  • Depresión en perros por mudanza de domicilio o de familia: el cambio brusco en su rutina puede traer consecuencias negativas para el perro, que necesitará un período de adaptación y estímulos adecuados para restablecer el apego. En este punto puede incluirse la llegada de nuevos miembros a la familia, ya sean humanos o animales.
  • Depresión en perros por situaciones graves de estrés: conflictos en el hogar, peleas con otros animales o enfermedades pueden desembocar en una depresión que habrá que atajar en función del desencadenante.
  • Depresión en perros por socialización deficiente: aquellos perros separados tempranamente de sus madres y hermanos, o los que han sufrido maltrato, pueden presentar problemas de comportamiento entre los que se incluye la depresión. Consulta el siguiente artículo para saber «¿A qué edad se pueden separar los cachorros de su madre?».
  • Depresión en perras por pseudogestación o falso embarazo: en perras no esterilizadas, tras el celo, es posible que se desencadene una cascada hormonal como si la perra estuviese en estado, aunque no haya habido fecundación. Desarrollará instinto maternal y cambios en su comportamiento, entre los que se incluye la depresión. Al contrario, no hay depresión posparto en perras y si, después del parto, observamos a nuestra perra deprimida debemos consultarlo con el veterinario, ya que podría estar enferma.