Los reptiles son animales sensibles que requieren atención especializada, pero se venden como mercancía inanimada a personas que a menudo los compran por impulso, con poco o ningún conocimiento sobre su cuidado adecuado y necesidades especiales de espacio, calor, humedad, iluminación, presas vivas, y más.
Numerosos estudios muestran que, como todos los demás animales, los reptiles pueden experimentar ansiedad, estrés, angustia, emoción, miedo, frustración, dolor y sufrimiento. Las serpientes son madres amorosas y protectoras que no pierden de vista a sus crías durante las tres semanas posteriores al nacimiento.
Los lagartos tienen personalidades individuales, al igual que los gatos y los perros: algunos son tímidos, mientras que otros son audaces. En su hábitat natural, muchos reptiles disfrutan de nadar, escalar, saltar, excavar y explorar sus territorios. A los reptiles mantenidos como “mascotas” para la diversión humana se les niegan estos placeres esenciales, relegados a vidas desprovistas de alegría.
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¿Es cruel tener serpientes como mascotas?
En su hábitat natural, las serpientes se calientan al sol, se refrescan excavando bajo tierra, trepan a los árboles y nadan con gracia. Son animales sensibles que experimentan angustia y trauma cuando se ven obligados a vivir en un tanque de vidrio estrecho.
Por ejemplo, algunos hábitats, que no son más que peceras gloriosas, son tan pequeños que las serpientes no pueden estirarse por completo, aunque los expertos en reptiles enfatizan que poder enderezarse por completo es esencial para su salud y bienestar y que aquellos que no pueden hacerlo son susceptibles al estrés, las lesiones y las enfermedades.
Traer un reptil o serpiente a tu familia es un gran compromiso de tiempo, espacio y recursos. Estos animales tienen necesidades extremadamente complejas que sólo pueden satisfacerse dejándolos permanecer en su hábitat natural, o brindándoles un ambiente que se asemeje lo más posible a eso, por eso es importante capacitarse, instruirse y aprender de sus necesidades antes de pensar en adquirir una serpiente.