Día del veterinario: ¿por qué se celebra el 6 de agosto?
Perros, gatos, vacas, toros, caballos, gallinas, pollos, la especie que sea, siempre hay un veterinario para cada una de ellas. El rol del médico veterinario fue obteniendo mayor importancia con el correr del tiempo, ya que de él depende la vida de muchas de las mascotas que traen alegría a nuestras casas.
Este 6 de agosto se cumplen 140 años del inicio de los estudios agronómicos veterinarios en el Instituto Superior de Santa Catalina, ubicado en la localidad de Llavallol, municipio de Lomas de Zamora, dentro de la provincia de Buenos Aires. Este suceso histórico marcó un antes y después en la especialidad, pero las autoridades tardaron 100 años en proclamarlo como el Día del Veterinario.
La historia del Día del veterinario
Como bien mencionamos, el inicio de los estudios en veterinaria dentro del país se dio en Lomas de Zamora allá por 1883. Lamentablemente eso se sostuvo unos pocos años (apenas siete) para trasladar aquella escuela de estudios superiores de veterinaria a la ciudad de La Plata en 1890, que luego se convertiría en la Facultad de Agronomía y Veterinaria.
¿Por qué pasó de Lomas de Zamora a La Plata?
Todo se remonta a su inauguración, en la que se inscribieron apenas 18 alumnos a rendir el examen de ingreso. Gran parte de ellos (12) se anotó para cursar una carrera que constaba de cuatro años y otorgaba los títulos de “Capacidad Agrícola” y de “Capacidad para ejercer el Arte Veterinario”. Los restantes seis se inscribieron en una carrera de dos años que concedía un certificado de haber hecho los estudios para el grado de mayordomo. Solamente dos personas desaprobaron el examen de ingreso y quedaron 16 alumnos que comenzaron sus estudios el 6 de agosto de 1883. El alto nivel académico de los primeros grupos de egresados hizo que las autoridades provinciales prestarán mayor atención a los estudios que se ofrecían en Santa Catalina. De este modo, el instituto fue tomando una relevancia inesperada para las autoridades, que empezaron a ver con otros ojos a la veterinaria.
Tomando en cuenta este aspecto, el 4 de junio de 1889 entró a consideración del Poder Legislativo provincial un proyecto del Ejecutivo que impulsaba la creación de una Facultad de Agronomía y Veterinaria sobre la base del Instituto Agronómico y Veterinario.
Sin embargo, la provincia atravesaba una crisis financiera que impedía realizar cualquier construcción en Santa Catalina, por lo que se decidió su venta parcial en lotes y el inmediato traslado del Instituto a la ciudad de La Plata, elevándolo a la categoría de Facultad cumpliendo con una ley sancionada el 12 de noviembre de 1889. Asentado en la capital de la provincia de Buenos Aires, las últimas modificaciones que hubo en la carrera fueron en 1951.
En ese año se creó la carrera de Doctorado en Ciencias Veterinarias, que consistía en cinco años de estudio y la aprobación de una tesis doctoral. Pero no solo eso, sino que el Honorable Consejo Directivo resolvió el cambio de denominación de la casa, adoptando el de Facultad de Ciencias Veterinarias.