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Cuando nos planteamos si incorporar a nuestra vida familiar un animal a una casa donde hay niños, aparecen dudas sobre si será o no bueno para ellos. Los beneficios de crecer con mascotas son muchos, hoy sólo me centraré en los que tienen que ver con la psicología.

  • Ayuda a aprender responsabilidad Los animales tienen unas necesidades físicas que tenemos que cubrir para que ellos estén bien cuidados y tengan buena salud. El cumplimiento de estas tareas, y la responsabilidad que implican, permite que los niños empiecen a asumirlas . Así, cuando hacemos partícipes a los niños de los cuidados de su mascota, le enseñamos a hacerse responsable.
  • Enseña conductas de cuidado Siguiendo la línea del párrafo anterior, otro aprendizaje que enseñan las mascotas es el de los cuidados. Este aprendizaje se generaliza a cualquier tipo de relación, incluyendo las familiares y las relaciones con iguales. Al final, con los animales «el acuerdo » final es cuidados a cambio de afecto y compañía. Por lo que promovemos que los niños lleven a cabo este tipo de conductas.
  • Fomenta actividades de ocio sano Si una cosa saben hacer los animales, especialmente los perros, es obligarnos a hacer actividades de ocio sano. Así que entre los beneficios de crecer con mascotas se encuentra el fomento de actividades de ocio saludables. Tener una mascota implica pasar tiempo de calidad ya sea paseando, leyendo en casa, jugando con ellos, etc.
  • Propicia que haya más tiempo de calidad en familia Como hemos comentado antes, las mascotas requieren cuidados y uno de ellos es el tiempo de calidad que tenemos que dedicarles. Tanto un perro, como otro tipo de animal de compañía necesitan que pasemos tiempo con ellos realizando actividades importantes para su bienestar. Entre esas actividades se encuentran tanto las que implican actividad física, como compañía y cuidados. De esta forma, si esas actividades se hacen en familia estamos favoreciendo pasar tiempo de calidad juntos.
  • Es una relación de apego seguro Por último, y para mí lo más importante, es que las mascotas suponen una relación de apego seguro. Con los animales generamos relaciones en las cuales se mantiene una de las formas más puras: cariño y afecto, a cambio de cuidados básicos. Además, los animales no tienen la capacidad de fijarse en factores como el aspecto físico, los logros, etc., porque su afecto viene únicamente motivado por ser su dueño. De esta forma, se genera una relación en la cuál la única exigencia es la de cuidarse y ser quién eres.

FUENTE:

www.ponspsicologia.com